“Tengo actualmente 77 años.

Desde hace unos años he estado padeciendo los problemas del crecimiento de tamaño de la próstata. En manos del urólogo de mi ciudad estuve siguiendo el asunto hasta que me recomendó vaciarme la próstata mediante un sistema de láser.

Una vez vaciada, el marcador indicador del cáncer se me disparó y subió y se mantuvo durante un año a un nivel de peligro.

El urólogo me dijo que necesitaba realizar un diagnóstico por imagen de la próstata para ver que había que hacer. La imagen se obtiene por resonancia magnética y como llevo marcapasos, había que parar mi marcapasos, hacer la resonancia magnética y volver a ponerlo en marcha y programarlo.

Después de esperar casi un año para que me hiciesen la resonancia magnética en mi ciudad de provincias sin lograrlo porque no se atrevían, tuve que ir a la Clínica Universidad de Navarra de Pamplona para otro asunto, y allí entre varios médicos que me visitaron uno era de urología y le comenté lo de la resonancia magnética para mi problema de próstata. Se puso en contacto con los responsables de la resonancia y con el cardiólogo, y allí sobre la marcha, me pararon el marcapasos, me hicieron la resonancia y me lo volvieron a poner en marcha. Y la imagen mostraba una zona que para los médicos era sospechosa. Y me recomendaban hacer una biopsia de fusión de toda la próstata.

A mi regreso, lo comenté con un buen amigo mío y me recomendó que un tema tan serio lo encomendase a un joven brasileño, Marcelo Cámara que empezaba su proceso para su beatificación y canonización. Busqué información y empecé inmediatamente a pedir su intercesión para que se me fuese resolviendo el tema del cáncer de próstata de la mejor manera, más rápida y más segura posible.

Entre las recomendaciones que me hicieron en Pamplona estaba hacer una biopsia y a la vista de ella decidir qué hacer. La biopsia me la hicieron en la Clínica Universitaria, pero en Madrid. Visto el resultado de la biopsia la recomendación era o bien radiación o bien operación mediante robot.

Como casi todas las personas que las han irradiado que conozco han tenido problemas por exceso o por defecto, decidí con mi mujer que lo mejor sería extirpar toda la próstata por el sistema más pulido posible que es el robot.

Entonces vino la pandemia del COVID 19 y me vi obligado a aplazar la operación, que la hice justo al final del primer brote de la pandemia. Me la hicieron perfecto en un gran hospital de Barcelona y por un médico que lleva ya más de 1000 intervenciones de este tipo.

Al mes y medio de la intervención el marcador de cáncer había bajado a cero. Después de la operación, al mes estaba ya practicando deporte de senior, cosa que procuro hacer para mantenerme en forma.

Tengo que reconocer que Marcelo Cámara (el muchacho como cariñosamente me dirijo a él) ha hecho una gran labor y me está guiando y ayudando muy bien. He notado de que ya antes de que supiese de su existencia y de que empezase a pedir su intercesión, las cosas se me iban arreglando y resolviendo y avanzando en la buena dirección. Los obstáculos, sin saber cómo, se iban resolviendo sobre la marcha. Todo lo que iba sucediendo, desde que me visitase un urólogo en Pamplona para una cosa que aparentemente no tenía nada que ver y que sobre la marcha me resolviese el problema de la imagen por resonancia magnética, la primera recomendación que me hicieron en Pamplona sobre lo que se veía en la imagen recién obtenida, todo esto era anterior a saber de Marcelo y estoy convencido de que ya estaba intercediendo por mí. Luego el resto de pasos hasta la situación actual todo ha ido avanzando en la buena dirección. Actualmente, 3 meses después de la operación y en plena segunda oleada de contagios del COVID 19, puedo decir que estoy casi bien por completo, solo falta que se resuelvan pequeños flecos poco importantes que espero que me seguirá ayudando.

Lo que me ha sucedido por la intercesión de Marcelo Cámara, ya desde mucho antes de que tuviese noticia de su existencia, me ha hecho ver que una mano blanca invisible me iba guiando y resolviendo los problemas que se me presentaban y que atribuyo sin duda a la ayuda de este muchacho brasileño que espero sea reconocido como santo en un futuro no lejano. Me alegro mucho de poder explicar brevemente este favor continuado en el tiempo que se me ha concedido por su intercesión.”